Respecto al abuso de la marihuana- y considerando ‘abuso’ que se utilice al menos cuatro veces por semana durante los últimos seis meses- el NIDA o ‘National Institute of Drug Abuse’ de EE.UU. ha sacado a la luz a finales del 2014 una nueva investigación.
¿Cómo afecta el consumo de cannabis al cerebro?
El NIDA ha vinculado este patrón de consumo con cambios adversos en la función y estructura cerebral de áreas asociadas con la recompensa, la toma de decisiones y la motivación. Además, denuncian que este efecto era más acusado en aquellos que comenzaban a edades más jóvenes, lo que indica que las personas cuyos cerebros no estén plenamente desarrollados son particularmente vulnerables a los efectos de los componentes de la marihuana.
¿El consumo de cannabis se relaciona con trastornos mentales?
Junto con esta investigación del NIDA, otro gran número de estudios ha asociado ya el uso crónico de la marihuana con trastornos mentales. Concretamente, estas investigaciones ponen de manifiesto que el consumo de marihuana puede producir en ocasiones puntuales reacciones psicóticas temporales como alucinaciones o paranoias… y su uso continuado está relacionado con una posterior aparición de psicosis.
¿Cuál es la relación entre consumo de cannabis y trastornos mentales?
Si habéis llegado hasta aquí, podréis estar pensando: “Otro que nos quiere asustar con palabrejas. No todos los que la consumen o han consumido con asiduidad tienen trastornos mentales.” Y vuestro pensamiento sería impepinablemente correcto. La relación entre uso crónico o abuso y el desarrollo de un trastorno mental no es directa, sino que se encuentra mediada por variables genéticas, la cantidad (y potencia*) de la marihuana consumida y la edad de inicio del consumo.
La cuestión es, haciendo un símil con el anuncio de la lotería de 2014, que al consumir marihuana puede que no compremos ningún décimo para llevarnos el gordo, premiado con un brote psicótico… Lo que no sabemos es si nuestro Antonio del bar nos ha guardado un décimo agraciado con el número “la cantidad que tomamos”, “variables genéticas”, “potencia de la marihuana” y “edad de consumo”.
*Al expresar ‘potencia de la marihuana’ nos referimos al porcentaje de THC que tiene. En 1980 el porcentaje de THC de la marihuana era de 4%. No obstante, fruto de modificaciones genéticas y ambientales para conseguir efectos más potentes, en 2012 se han analizado plantas con un porcentaje de THC del 15%. Es decir, a misma cantidad de marihuana consumida, la actual es mucho más perjudicial que la de 1980.
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