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artículos de lectura rápida sobre distintas temáticas de psicología

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  • GUSTAVO TORRES FERNÁNDEZ
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 16 ago 2023

“La asertividad tiene múltiples beneficios y no puedes salir nunca perjudicado/a.

“Cuando manejas las cosas con asertividad, sales siempre ganando.”

“Ser asertivo/a es lo mejor.”


Estas son frases que resuenan en nuestra cabeza cuando estamos frente a alguien que pretende que adquiramos una comunicación asertiva o que pretende venderte los beneficios de la asertividad como si únicamente fuera posible vivir en tranquilidad por medio de una comunicación asertiva. ¡Que no te vendan la moto!


¿Qué es la asertividad?


Es cierto, la comunicación desde un prisma o enfoque asertivo da lugar una manifestación de ideas, deseos, opiniones, sentimientos o derechos de forma congruente, clara, directa, equilibrada, honesta y respetuosa. Por tanto, este estilo de comunicación suele ser generalmente útil y funcional para hacer valer nuestros derechos, manejar conflictos, solicitar cambios de conducta en otras personas y expresar sin ofender.


¿En qué se basa la asertividad?


Esto ocurre porque el poder de la comunicación asertiva se cimenta en 2 factores:


--> Una relación con la persona con la cual te comunicas desde una posición de autoconfianza, equilibrio, honestidad y respeto.

--> Una defensa de nuestros derechos asertivos que sentimos están siendo vulnerados.



Pero entonces, ¿a qué me refiero con que nos vendan la moto? Destaco, de lo anteriormente expuesto, las palabras “suele ser generalmente útil”. Y es que aquí está la diferencia entre el 100% de efectividad que puedan venderte con este modelo o técnica de comunicación y la realidad.


¿Se puede no ser asertivo/a?


Que te digan que únicamente existe la comunicación asertiva como forma de expresión sana y te induzcan a que sigas con los ojos cerrados un modelo de comunicación asertiva no sólo es irracional, sino que puede incluso ponerte en peligro (en lugar de salvarte).


Si bien entre los polos de pasividad y agresividad se encuentra el término medio (y saludable) de la asertividad, en ocasiones es preferible NO comunicarse de manera asertiva y optar por actuar de modo pasivo o agresivo.


Ejemplo: Situación: Caminando por la calle te cruzas con dos personas que cortan tu paso, sacan una navaja y te dicen que les des tu cartera y móvil.

amenaza asertividad comunicación

Modelo de comunicación asertiva: Le dices “Cuando me apuntas con una navaja y amenazas para que te dé mis posesiones, me siento angustiado. Entiendo que lo estés pasando mal y consideres que sea este tu único recurso para obtener ingresos fáciles, pero te pido que me dejes seguir mi camino con mis cosas…”


Consecuencia: Posiblemente te rajen o te digan que te calles y les des las cosas de una vez. No sólo pones en peligro tu integridad física, sino que además incrementas la tensión al pretender dialogar en lugar de obedecer.


Modelo de actuación pasiva: Cedes.

Consecuencia: Les entregas tus cosas y salvas tu integridad física.

Modelo de actuación agresiva: Te metes en una pelea a costa de tu integridad física para salvar tus pertenencias o sales corriendo con la esperanza de que no te persigan y tomen represalias.

Consecuencia: salvas (o no) tu integridad física y tus pertenencias.


Por tanto, aunque la comunicación asertiva tenga múltiples beneficios, que el aprendizaje de tus derechos asertivos y la expresión de estos de manera asertiva no te sume problemas. Recuerda que uno de los derechos asertivos es el de "tener derecho a no ser asertivo/a" y que eres tú quien decide cuándo es más sensato comunicarse de manera asertiva.



¿Quieres aprender a comunicarte asertivamente?



  • GUSTAVO TORRES FERNÁNDEZ
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 16 ago 2023

Cuando en terapia trabajamos "asertividad y comunicación asertiva", debemos saber a qué nos estamos refiriendo. La comunicación asertiva es la habilidad social por la cual te relacionas -desde una posición de autoconfianza- de forma consciente, manifiestando las ideas, deseos, opiniones, sentimientos o derechos de forma congruente, clara, directa, equilibrada, honesta y respetuosa.


Este estilo de comunicación es generalmente útil y funcional para hacer valer nuestros derechos, manejar conflictos, solicitar cambios de conducta en otras personas y expresar sin ofender, y se fundamenta en los derechos asertivos que cito a continuación:


1. Derecho a que te traten con respeto y dignidad.

2. Derecho a equivocarte y a hacerte responsable de tus propios errores. 3. Derecho a tener tus propios valores y opiniones. 4. Derecho a tener tus propias necesidades y que éstas sean tan importantes como las del resto. 5. Derecho a experimentar y a expresar tus propios sentimientos. 6. Derecho a cambiar de opinión, idea o línea de acción. 7. Derecho a protestar cuando se te trata de una manera injusta. 8. Derecho a cambiar lo que no te satisface.

asertividad derechos

9. Derecho a detenerte y pensar antes de actuar. 10. Derecho a pedir lo que quieres.

11. Derecho a ser independiente. 12. Derecho a decidir qué hacer con tu propio tiempo, cuerpo y propiedades. 13. Derecho a hacer menos de lo que humanamente se es capaz de hacer. 14. Derecho a ignorar los consejos de los demás. 15. Derecho a rechazar peticiones sin sentirte culpable o egoísta. 16. Derecho a estar en soledad aunque deseen estar en tu compañía.

asertividad derechos

17. Derecho a no justificarte ante el resto de personas. 18. Derecho a decidir si quieres o no responsabilizarte de los problemas de otras personas. 19. Derecho a no anticiparte a las necesidades y deseos del resto. 20. Derecho a no estar pendiente de la buena voluntad del resto. 21. Derecho a elegir entre responder o no hacerlo. 22. Derecho a hacer cualquier cosa mientras no se violen los derechos de otra persona. 23. Derecho a sentir y expresar el dolor. 24. Derecho a hablar sobre un problema con la persona implicada y tratar de llegar a un compromiso viable. 25. Derecho a escoger NO comportarte de manera asertiva.


Sí, tienes derecho a todo ello y, añado, tienes derecho a saberlo.


Lo que hagas una vez sabes tus derechos asertivos ya depende de ti. Puedes optar por defender estos mediante una comunicación clara, directa y sin ofender, pero hay quien decide no defender tales derechos y tenga una conducta pasiva por la que ceda a vulneraciones de los mismos o quien se enfrenta a aquellas personas que pongan en cuestión su integridad y lo haga de una manera agresiva.



¿Quieres aprender a comunicarte asertivamente?




  • GUSTAVO TORRES FERNÁNDEZ
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 21 ago 2023

Salí de casa y me topé con una entrañable pareja. Estaba la abuela llevando a su nieto al cole (el menor tendría unos 3 ó 4 años) cuando se paró el niño y señaló al suelo con interés.


-¡Mira abbbbbuela! ¡Un bbbbbbbbicho mmmmmmmmuuuueerto!


En efecto, había una cucaracha boca arriba y más tiesa que el palo de una escoba. El menor no se equivocaba.


-¡Abbbbbuela! ¡Un bbbbbbbbicho mmmmmmmmuuuueerto!


Ante la insistencia, la abuela tuvo que girarse y llevar su mirada donde el menor señalaba ilusionado. Con sus ojos vió lo que tanto el menor, como yo con indiferencia estabamos viendo: una cucaracha muerta en la acera.

conversación muerte abuela niño

Y la conversación siguió:


-¡Un bbbbbbicho mmmmmmuuuueerto! ¡Mira!


-Uy, qué va... No está muerto. (espetó) Está durmiendo. Estará cansado y está durmiendo.


En ese momento la cara del menor cambió de ilusión a desconcierto, como si hubiera algo que pensaba que entendía y, de pronto, no supiera. Sus ojos veían una cucaracha muerta pero su abuela, en quien parecía confiar absolutamente, le estaba negando esa realidad y diciendo que dormía.


Y la conversación siguió:


-Pero... ¿no está mmmmmuerto?


-No, durmiendo. ¡Hale, que llegaremos tarde!


Expuesto esto, vengo a decir que perdemos magníficas oportunidades que nos brinda la vida para hablar de la muerte a nuestros seres queridos y, lo que es peor, cuando la oportunidad nos es brindada por quien menos sabe de ella, queriendo protegerlo/la negamos la propia muerte y la enmascaramos.


¡Qué bonito habría sido ver a la abuela acoger el interés del menor por ese bicho muerto y validar aquello que veía este ante sus ojos! ¡Qué conversaciones más interesantes podrían haber salido de ahí...!


No se habla de la muerte lo suficiente ¡y menos con menores! Los y las niñas acaban teniendo su propia concepción de la muerte por medio de películas o series porque nadie se detiene a comentarles qué es o qué ocurre. Hablar de la muerte a menores no tiene porqué ser difícil.


¿Cómo hablarle de la muerte a los menores?


En casos como el anterior se podría haber hablado de todo lo que ese bicho ha vivido, lo mayor que estaba y lo enfermo que podría estar al vivir en la calle y alimentarse de la basura. Esto, no sólo validaría la afirmación del menor, sino que además pondría esta muerte en un contexto concreto. Validaríamos también la curiosidad del menor y le permitiríamos preguntar sobre este acontecimiento.


En los casos en los que estamos ante el fallecimiento de un familiar, la validación también es importante pero el abordaje cambia ligeramente: se debe hablar con el/la menor en un lugar que considere seguro, dejarles que sean partícipes de rituales de despido (si lo quisieran), etc.




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