¿Tuviste dificultades con las matemáticas cuando estabas en el colegio y ves como ahora tus hijos/as están teniendo también dificultades con las matemáticas...? Pues NO se trata de algo puramente genético.
Como padres o madres muchas veces pretendemos que nuestras hijas e hijos sean unas fieras en el colegio... y otras tantas veces queremos que no tengan las dificultades que pudimos tener. Esto, indudablemente, nos lleva a pretender buscar una solución a las bajas notas académicas de los hijos o hijas.
¿Alternativas para solucionar este problema? Son numerosas pero no todas son igualmente efectivas. A veces la solución que planteamos es correcta; otras, la solución que planteamos mantiene esas bajas notas sin que sepamos porqué.
Entonces, ¿si no se trata de algo puramente genético por qué no remontan las notas de nuestro hijo o hija con la de horas que nos tiramos junto a él o ella? La respuesta quizás esté, paradójicamente, en eso mismo: el tiempo que compartes y dedicas junto a él a la materia que ambos "odiáis".
La actitud que tengamos hacia las matemáticas juega un papel importante en la manera que nuestros hijos e hijas se desenvuelven con ellas. Tal es la importancia que si observan que tienes dificultades explicándoles los ejercicios o que te pones nervioso/a cuando está realizando un ejercicio, se pondrán también nerviosos/as y les costará más aprender.
¿Dónde está el error? En obcecarnos con que tenemos que ser nosotros/as, quienes tenemos ansiedad con las matemáticas, las personas que le enseñen y repasen las matemáticas en casa. Lo que provocamos haciendo esto es una mayor ansiedad y peor rendimiento de nuestro hijo o hija en esa asignatura.
Así pues, propondré otras alternativas:
1º- Si el dinero no es un factor a tener en cuenta, decídete por la opción de contratar a alguien que dé clases particulares de matemáticas (y sobre todo sepa darlas y le guste darlas). Es importante esto último porque lo que NO queremos que se repita es que tenga a alguien "fóbico-matemático" impartiéndole una clase... ni a alguien que sepa matemáticas pero no sepa impartirlas.
2º- Si prefieres evitarte contratar a un profesor o profesora particular, la preparación tiene que recaer en ti porque, una vez más, involucrarte en ese estado "fóbico-matemático" no parece ser efectivo. Tu objetivo: Aprender a reforzar correctamente su aprendizaje y evitar realizar comentarios negativos hacia las matemáticas, el desempeño en las matemáticas y la inutilidad de algunos ejercicios matemáticos...
3º- O encontrar a un familiar (hermanos/as mayores, pareja, abuelos/as, etc.) que quiera darle clases gratis a tu hijo/a, sepa darlas y le guste hacerlo. E insisto, nuevamente, en que sepa darlas y le gusten las matemáticas.
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